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Reutilización de instrumental esterilizado a examen

enfermeras en la sala de esterilización, 1917

Muchos instrumentos médicos, sobre todo los usados en el quirófano, son lavados y esterilizados día tras día para reutilizarlos y exprimir al máximo su vida útil. El autoclave es una de las herramientas de esterilización que más dinero ahorra a un hospital. Con la crisis la necesidad de comprar instrumental duradero y que pueda usarse el máximo número de veces se ha convertido en un dogma. Sin embargo la agencia americana FDA a puesto su atención sobre estos procesos de esterilización ya que hay centros que los utilizan también con instrumental diseñado para un solo uso.

Parece que la preocupación de la FDA por este tema nace de una ingeniera biomédica que trabaja para ellos, a cuya madre le practicaron una colonoscopia. Es razonable que la FDA quiera controlar y verificar que estos procesos son seguros para los pacientes, pero es extraño que hayan tardado tantos años en ponerse manos a la obra para crear guías y grupos de trabajo conjuntos que aborden el tema. A día de hoy es el propio hospital el que elabora los protocolos de internos en base a las recomendaciones del fabricante, la FDA sólo controlaba que el dispositivo tuviese un diseño adecuado para su esterilización.

Por el momento se han creado equipos que están analizando posibles fallos en el reprocesamiento, término que se usa para nombrar la esterilización a la que se somete el instrumental. La transmisión de infecciones por esta vía es extremadamente rara, pero no cabe duda de que el riesgo está ahí. Las conclusiones son claras, los pacientes no están en riesgo, el reprocesamiento es muy seguro con los mecanismos actuales.

El balance riesgo beneficio es abrumador, si por ejemplo tuviésemos que comprar un nuevo colonoscopio para cada paciente, el coste sería inasumible, así que como en todo lo relacionado con la medicina, debe imperar un cierto pragmatismo en el que es aceptable un mínimo riesgo de infección.

Sin embargo, parece razonable que los pacientes se preocupen por conocer y exigir que todos los pasos de la esterilización se cumplan, así como los médicos, que deberían saber explicar los protocolos de esterilización que se siguen en su centro de trabajo y exigir la máxima seguridad para sus pacientes.

Los objetivos de la FDA son tres:

  • Que los fabricantes aporten instrucciones claras y validadas
  • Que el personal clínico entienda y aplique las instrucciones
  • Identificar diseños que faciliten una esterilización óptima

En la web de la FDA han creado un apartado específico para explicar el tema, dejar claro que el reprocesamiento es una técnica segura y que no pone en riesgo a los pacientes. Por cierto, si os ha picado la curiosidad sobre cómo funciona un autoclave, os dejo este vídeo donde se explica la complejidad de un proceso que podemos simplificar diciendo que es como la olla a presión que tenemos todos en casa, pero a lo grande:

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